Es un ingrediente muy apreciado en Oriente, especialmente por la cocina macrobiótica y ofrece numerosos beneficios:
- aporta 10 veces menos sodio que la sal común altamente refinada
- produce menos sed
- proporciona minerales, vitaminas y minerales en cantidades considerables porque el sésamo es muy rico en calcio*, proteínas, triptófano y lecitina (nutriente de las células cerebrales), tiene un gran poder remineralizante y reconstituyente útil para el sistema muscular y nervioso, y disminuye el colesterol.
- mejora la digestibilidad de los cereales porque favorece la secreción de jugos gástricos
- restablece el equilibrio alcalino de la sangre y regenera la flora intestinal
- es un un buen complemento alimenticio en casos de anemia
- adecuado en casos de osteoporosis y artrosis porque aporta mucho calcio orgánico fácilmente asimilable y de mucho mayor aprovechamiento que el procedente de los productos lácteos. *Se dice que el sésamo aporta 6 veces más calcio que la leche y 5 veces más hierro que la carne
Hacer gomasio en casa es muy fácil y solo necesitamos sésamo, sal marina y preferentemente el suribachi, el mortero japonés con estrías en su interior del que hemos hablado en este artículo, porque el grano de sésamo debe romperse antes de consumirlo para aprovechar sus propiedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario